miércoles, 22 de abril de 2015

BAJO MIS PIES: CARTA 46 km 44: “Pide un deseo”



Querida Yolanda,
te mando esta carta el día de Sant Jordi, uno de los pocos días del año que celebro con ganas. Imaginarás por qué. El libro y las flores tienen la culpa. Me gusta la idea de que se le de valor al libro como regalo. Me da igual si la gente lee o no, me da igual lo que lee, me da igual si se publica en exceso, me da igual si en el mundo de la literatura hay lobbies editoriales con más o menos influencia, me da igual si hay autores a los que se les encumbra por razones comerciales. Hablo del gesto, del regalo. Hablo de la rosa, para mi tan juanramoniana, (que me perdone el bueno de San Jordi) y el libro objeto anclado a momentos especiales, lecturas que nos han dejado aprendizaje, que nos han estimulado para escribir, bibliotecas del alma, lecturas que siguen bajo la epidermis y reviven en según qué caricias. De eso hablo. Si hay que celebrar el amor (con la pareja, con la familia, con las amistades) a mí me encanta que se haga con flores y libros.

Recuerdo el poema más breve de Juan Ramón Jiménez, obsesionado durante una época con la rosa y su simbolismo de perfección geométrica. 
EL POEMA
¡No le toques ya más,
que así es la rosa!
Juan Ramón me abre dos líneas de pensamiento. La primera sobre la búsqueda de la perfección y la segunda con este breve poema que me toca aspectos del cambio personal. 
Me gusta cuando hablas del equilibrio. Buscar el equilibrio entre los aspectos que forman el sistema de cada existencia. En coaching hay una técnica que se llama LA RUEDA DE LA VIDA donde evalúas en porcentajes de satisfacción, los aspectos que integran tu sistema. Esa revisión junto con el análisis de otra rueda, la de los VALORES hace que tengamos una visión actualizada de en qué medida vivimos nuestra vida en función de nuestros valores, de lo que es importante. Son ejercicios muy interesantes para analizar cómo de equilibrado está tu sistema y para detectar lo que se viene a llamar el PUNTO DE PALANCA, es decir, aquel aspecto de tu vida que mejorándolo hace que mejore lo demás. El concepto se basa en la frase de Arquímedes que decía aquello de “Dadme una palanca suficientemente larga y un punto de apoyo y moveré el mundo”.
Me vienen los versos de Borges :
la rosa que resurge de la tenue
ceniza por el arte de la alquimia,
Un poco de alquimia vital hay en esto. Cómo convertimos nuestros valores, nuestros deseos en objetivos.
Me preguntabas en tu carta qué pensaba sobre si podemos vivir sin sueños. Creo que no. Y lo creo porque como decía Joseph O'Connor un objetivo es “un sueño con piernas”.

Me gustó esa frase, la idea de convertir nuestros deseos en objetivos, la idea de vivir en la búsqueda de ese equilibrio sistémico (siendo conscientes y permitiéndose el hecho de sobrellevar los desajustes, los malos momentos).
Pocas cosas habrá más satisfactorias que conocer los propios deseos y tratar de vivir en esa dirección. Esto exige la valentía del que se mira y la valentía de quien acepta el reto del cambio. La mente es moldeable, dicen, podemos cambiar.
Leo unos versos de Lorca sobre la rosa y la búsqueda:
La rosa
no buscaba ni ciencia ni sombra:
Confín de carne y sueño
buscaba otra cosa.
Y viene a mi otro poema donde queda claro que en ocasiones tratamos de ser lo que no es nuestro y malgastamos una energía preciosa que podríamos volcarla sobre acepar lo que somos y conseguir lo que queremos:

¡Qué esfuerzo!
¡Qué esfuerzo del caballo por ser perro!
¡Qué esfuerzo del perro por ser golondrina!
¡Qué esfuerzo de la golondrina por ser abeja!
¡Qué esfuerzo de la abeja por ser caballo!
Y el caballo,
¡qué flecha aguda exprime de la rosa!,
¡qué rosa gris levanta de su belfo!
Y la rosa,
¡qué rebaño de luces y alaridos
ata en el vivo azúcar de su tronco!
Y el azúcar,
Con este poema de García Lorca me despido entre rosas y libros. Yo me pongo ñoño en días así, y defiendo la ñoñería, lo bonito.
Espero que tengas una diada de Sant Jordi preciosa.
Abrazos
Ventu

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