miércoles, 11 de febrero de 2015

BAJO LOS PIES: Carta 37. Km 36: Tú escribes tu historia...sólo tú...

Hola Ventu,
¿Cómo acabaron las celebraciones de tu cumpleaños? Por lo que sé estás feliz por el cariño recibido, si lo has recibo es porque te lo mereces…siempre recibimos lo que damos.

Me alegra saber que nuestros "retales del pasado compartidos" vuelven a tu mente y espero que algunos te hagan feliz. Mi relación actual con el pasado la simbolizo con un gran libro abierto, escrito con letras claras que me gusta releer para recordar las cosas que realmente me han afectado, positiva o negativamente y me han enseñado a ser quién soy en estos momentos. Me siento totalmente en paz con él. La verdad es que no siempre ha sido así; durante alguna temporada le pedía que volviera, que me permitiese revivir momentos que me habían ofrecido mucha felicidad y a los que vivía aferrada con mucha añoranza y tristeza pero ahora siento que puedo mirarle a la cara, sin reproches, sin vergüenza…el pasado, pasado está y es el presente donde proyecto toda mi ilusión y energía porque el futuro no existe, la fuerza del hoy. Benjamin Franklin afirmaba: “Deja ya de engañarte. Eres la causa de ti mismo, de tu necesidad, de tu fracaso”. ¡Qué razón tenía!

Me encantó el título de tu última carta "la vida sencilla" ¿Qué es vivir con sencillez? ¿Es para todo el mundo lo mismo? ¿Qué necesitamos para vivir así?  Cerca de los 40 me impongo no malgastar la vida complicándola inútilmente. Por un lado cada vez intento vivir apegada a menos cosas materiales (y no digo que no sean necesarias sino que no quiero vivir encadenadas a ellas). Intento evitar también todo lo que personalmente considero que me lleva a malgastar el tiempo, todo aquello que no me aporta nada en mi vida. Esta actitud está estrechamente unida a todo lo que elijo hacer trabajar, estudiar, escribir, ponerme retos deportivos… porque me exigen mucho tiempo y esfuerzo además de coherencia, integridad y disciplina. ¿Qué evito? Conversaciones vacías y rotativas que no me llevan a nada, cafés inútiles, juicios descarados, experiencias insignificantes, lecturas superficiales o pensamientos auto-toxicantes. Vivir con sencillez es vivir sin mochilas inútiles, dar cada paso conscientemente, hacer que la felicidad sea un hábito. 

Me gusta cuando hablas cómo tu cuerpo se queja, cómo te observas porque es un mirar hacia dentro sin ocultar lo que te preocupa y viviéndolo con serenidad. Sólo nosotros escribimos nuestra historia y, como tú bien dices, nada es gratuito. Te comentaba en mi última carta que este año a parte de alguna maratón me gustaría hacer varias ultramaratones. Una ultramaratón (también llamada distancia Ultra) es cualquier evento deportivo que incluye una carrera a pie  con una longitud superior de una maratón  tradicional. Las distancias más comunes son 50 km, 80 km, 100 km y 100 millas (160 km) y las carreras pueden ser de una jornada o varios días. Después de llevar corriendo ya algunos años me doy cuenta que mi cuerpo se adapta mejor y sobre todo yo disfruto más con la larga distancia. Me gustaría probar una y me ronda la posibilidad de hacer otra dividida en varios días consecutivos, a ver cómo va todo. Cuando entreno también noto que mis piernas se quejan cuando alargo las distancias a las que las tengo acostumbradas, se tensan para que lo deje de hacer, pero las convenzo y me permiten ir alargando un poquito más. Creo que han descubierto que soy cabezota y se vuelven a aliar conmigo.

Hoy, a partir de un comentario que me ha hecho un amigo, reflexionaba las veces que he elegido ser diferente al resto. Esto me ha obligado a ir a contracorriente en muchas ocasiones. ¿Y qué sucede si haces cosas que no hacen los demás? Que muchas veces eres criticada, considerada una extraña o excluida. Ninguna de las tres cosas me han hecho nunca abandonar: me fui con 17 años como voluntaria a África, viví con los niños de la calle de Lima, he cambiado de proyecto laboral cuando he sentido que ya no tenía nada que ver con él o cuando no podía seguir aprendiendo, teniendo que empezar de cero, volviendo a ser la nueva otra vez, perdiendo mucho dinero pero ganando en libertad. ¿Y sabes qué? Que lo volvería a hacer. Como decía Marie Curie: “A nada en la vida se le debe temer, sólo se le debe comprender”. Me horroriza cuando la gente afirma que todos debemos que ser y actuar de igual forma …¡Qué gran error!

Ventu, deseo que la vida nos de fuerza y valentía. El valor no es la ausencia de miedo, es la conquista de éste. Mi abuela siempre decía que tenemos que hacer aquellas cosas que nos den miedo porque son las importantes. La inacción cultiva el miedo y la acción cultiva la confianza y el valor…que seamos siempre activos. 
Un fuerte abrazo lleno de prudencia y valentía
Iolanda López



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