jueves, 11 de septiembre de 2014

BAJO LOS PIES: CARTA 17. Km 16. “Deja de ser tú”.

Querida Iolanda!
Leyendo tu carta uno se mueve. Hay tanto movimiento que no queda otra que alegrarse al seguirte y admirarse de lo bien que aprovechas el tiempo libre. Tan importante es la energía que dejamos en el cotidiano, en la rutina, como aquella que empleamos para el disfrute. Una sociedad heredera del “ora et labora” y no de la experiencia. Celebro que combines tan bien ambas posibilidades. San Francisco y su maratón, el Camino de Santiago y el Triatlón en Canarias. No está nada mal. No es sólo hacer cosas, sino saber sacarles provecho. Eso lo haces como nadie.

Mi verano fue de recortes. Low cost. Eso no está reñido con el disfrute y la sensaciones. He estado trabajando en mi proyecto sobre fotografía terapéutica, leyendo artículos, libros y confeccionando lo que será la base teórica sobre lo que me gustaría poner mis propias ideas. La parte de trabajo más desagradecido la hice en el sur, en Extremadura, donde fui a parar más de dos semanas.

Allí he combinado los largos paseos con el trabajo y la familia. El cuerpo notó un parón agradable. Un detenerse. La musculatura del cuerpo se relajó. Las tensiones eran las mismas pero al cambiarlas de lugar estaban desorientadas. Está bien eso de desorientar, jugar al despiste con nuestras preocupaciones. Es necesario poner la cabeza en otro sitio. Sin duda la relación del lenguaje metafórico con el cuerpo y la mente es muy interesante.

Tiempo para la reflexión y para escoger camino formativo: elegir la formación que me permita llegar a ejercer de terapeuta. Ha sido interesante también este proceso largo de decidirme por una u otra. Probablemente sea la PNL (Programación Neuro Lingüística) la formación que mejor se adapte y relacione con el uso de la fotografía. Fotografía como puente a la memoria, al subconsciente. Me interesa mucho el trabajo de desprogramación interna – desmantelar el sistema de pensamientos erróneos – e instalarnos una nueva versión mejorada de nosotros mismos.

Estoy leyendo además un libro que me recomendara nuestra amiga en común Ester. Se llama “Deja de ser tú. La mente crea la realidad” de Joe Dispenza, que me está pareciendo muy interesante y del que estoy aprendiendo mucho sobre cómo podemos crear nuestra realidad. Se basa en las leyes de la física cuántica y veo muchas conexiones con otras corrientes como el ho'oponopono, Masuro Emoto, entre otros. Si bien algunas cosas se me escapan – no intento entenderlas tampoco – me parece muy interesante la idea básica de cambiar nuestra manera de pensarnos.

Te comentaré también más adelante las gratas experiencias que he tenido últimamente al “testar” lo aprendido en algunas intervenciones fotográficas y acompañamientos. Me han dado fuerzas y satisfacción, han apuntalado las ganas y señalado el camino. Se puede si se quiere.

Te dije que me llevaría las zapatillas de correr a Extremadura y así lo hice. Como sabes, tuve una lesión en el tobillo que se convirtió en sobrecarga en ambos pies. No hay duda que es – tal y como me dijiste - del uso de un calzado inadecuado. Me he dado cuenta de lo importante que es que se adapte el calzado a tu pisada. Vale la pena invertir un poco más. Sirva como consejo contrastado. Curiosamente la lesión ha durado el tiempo que hemos estado sin escribirnos. ¿tendrá algo que ver?
Seguí todas tus recomendaciones: Apliqué hielo cada 2 horas y pomada antiinflamatoria (compré una natural, con “árnica” que es un antinflamatorio natural). Apenas he corrido durante todo este tiempo. Seguí tus indicaciones y seguí andando sobre superficie regular, evitando caminos de piedras. Salir a andar por las carreteras de mi pueblo, entre encinas, alcornoques, peñas, riscos, jaras ha sido toda una experiencia. Te adjunto algunas fotos. Este año ha sido diferente a otros años.
Mientras caminaba pensaba que nunca he vuelto como adulto al pueblo, como si no hubiera salido de la infancia y juventud. Me preguntaba si cada vez que he vuelto no he hecho más que volver a la memoria. Esta vez era un yo diferente el que volvía. Y por tanto, todo ha sido muy diferente en su parecido. Un yo más conectado con la naturaleza que ha podido disfrutar de ese intercambio, nutrirse de olores, sabores, sensaciones, energías, colores, sonidos. Detenerse a ver volar nueve buitres en círculo, reptiles que cruzan la carretera, zorros, ganado, encinas. Alcornoques... Detenerse y respirar, respirarse. Andar siempre en la frontera, una metáfora servida en bandeja. Entrar y salir de los territorios que nombra el ser humano. Cruzar a Portugal y comprobar que la naturaleza se burla de nuestras miserias y pretensiones, de nuestra voluntad de someterla a unas estúpidas banderas.

Iré acabando la carta, este volver a situarse en esta fantástica rutina epistolar. Son muchas sensaciones y detalles mínimos los que se me escaparon, pero que irán apareciendo poco a poco.
Te hablaré de la gran enseñanza que aprendí de mi tío viéndole cribar garbanzos, esperando al viento adecuado.

¿Sabes? Andando he cogido peso en este mes – a parte de haber comido más de la cuenta y saltándome mi dieta normal -. He notado que he ganado en masa muscular. Andar es un ejercicio muy completo también. Seguimos. Voy a seguir caminando para dejar de ser yo.

Un abrazo y hasta el jueves.
Ventu

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